¿Mascotas o hijos?

¿Mascotas o hijos?. En Europa se están prefiriendo más mascotas que hijos, por lo que demuestran los datos de las veterinarias. Tan solo en España hay nueve millones de gatos y perros marcando una tendencia anual ascendente.

El número total de mascotas entre las que están los peces, roedores, aves, reptiles, hurones y tortugas es de 20 millones.

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Lo que sorprende de estas estadísticas es que, en comparación la tasa de natalidad es irrisoria. Media que ha ido disminuyendo a través de las décadas. Por ejemplo, el año pasado el promedio de nacimientos fue de 8.5 por cada 1000 personas. Esto deja un saldo vegetativo de -30 mil personas. Es el momento en el que hay menos bebés en todo el país.

En Irlanda ocurre todo lo contrario ya que es la número uno en las tasas de nacimiento en Europa. Además de contar con la población más joven no es común ver a los transeúntes paseando mascotas. Y parece contraproducente ya que esta nación cuenta con más espacios abiertos propicios para los animales de compañía.

La decisión de que la población española prefiera una mascota que un niño no se basa en gastos. Porque invierten en alimentación, veterinarios, accesorios y peluquería para mimar y consentir a los pequeños felpudos.

¿Por qué prefieren mascotas que hijos?

En algunos casos las parejas las prefieren, un poco por comodidad, finalmente pueden seguir disfrutando de una salida al bar. Además, representan el punto intermedio entre el mundo de responsabilidades que conlleva la crianza y el aburrimiento de estar solos.

Los estudiosos admiten que tener una mascota puede prevenir enfermedades mentales, hasta superarlas sin pasar por extenuantes preocupaciones. Hoy es tangible que hay una marcada preferencia en España por los animales que por los hijos.

Tener una mascota favorece la salud

Es cierto que hay muchas familias con hijos que también tienen su integrante animal. En especial aquel que trajo el hijo, y que los padres terminaron por atender en su totalidad.

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Muchas personas han encontrado alivio a las tensiones producidas por enfermedades como artrosis, ansiedad y diabetes al cuidar un cachorro. El amor y la compañía que representan, son difícilmente sustituibles, ya que en muchos casos combaten el sedentarismo.

Los estudios han corroborado que el cuidado de una mascota favorece a la salud física y mental de la familia. El Dr. Jeremy Barron, de las Instituciones Médicas Johns Hopkins concluyó en un informe la relación directa con la salud. Incluso aún cuando no sea un animal propio, cuidar alguno por un breve tiempo representa beneficios.

Beneficios de tener una mascota

Disminuye la Tensión sanguínea: Al sostener un perro (cachorro) entre los brazos, acariciarlo y contemplar la belleza de la creación es sumamente relajante. Lo que tiene su respectiva explicación científica expuesta por el Dr Barron. Este acto disminuye el cortisol, que eleva la presión arterial cuando está alto. Libera oxitocina, un neurotransmisor implicado en el equilibrio emocional, se dice que es la hormona del placer y la felicidad.

Reduce considerablemente el estrés: Acariciar el cachorro interviene directamente frenando el cortisol por lo que reduce el estrés. La interacción con otros dueños de mascotas eleva los niveles de la hormona oxitocina. Que es responsable del trabajo de parto y de la unión emocional entre madres e hijos.

En una encuesta donde se les proporcionó perros adiestrados a pacientes con estrés postraumático redujeron sus síntomas en un 84%. Y el 40% llegó a disminuir sus medicamentos.

Combate el sedentarismo: El sedentarismo es el origen de muchas enfermedades, la obesidad, diabetes y cardiopatías, entre otras. El dueño de un perro se ve en la obligación de sacarlo a pasear, lo que justifica la ración diaria de ejercicio.

Reduce los problemas clínicos: Los perros entrenados apoyan mucho a las personas con visibilidad reducida contribuyendo en su movilidad. Los canes entrenados pueden descubrir indicios de convulsiones y otras enfermedades.

Según la Asociación American del Corazón tener una mascota disminuye los problemas cardiovasculares. Un estudio de Suecia que tardó doce años se evaluó 3,4 millones de personas con edades entre 40 y 80 años. Concluyó que tener un perro redujo el 23% de las muertes por enfermedades cardíacas.

Adiós soledad y depresión: El mejor impacto se encuentra en la salud emocional de los que viven solos. Aumenta la autoestima y proporciona un motivo para seguir viviendo lo que mitiga la depresión. Contribuye a la comunicación y crea lazos de camaradería con quienes comparten intereses en los animales

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