Valdueza, la nueva raza española de perros

Entre las razas de España, el mes de julio pasado, se reconoció al perro de Valdueza, la nueva raza española de perros. Fue un trabajo realizado por más de seis décadas iniciado por el padre de Alonzo Álvarez de Toledo y Urquijo, marqués de Valdueza y culminado por él, hasta obtener una raza de perros de caza, producto del cruce de podencos y mastines.

Es la única raza de perros en España que obtuvo el título de una larga saga familiar, reconocida y oficializada a través del BOE. Donde se reconoce a los Valdueza la raza pura canica de España. Ya que como bien lo afirmó el duodécimo marqués de Valdueza, una gran noticia que lo emocionó y le brindó mucha satisfacción.

Antes de morir su padre, le prometió que continuaría el trabajo que estaba realizando y que haría realidad su sueño, de obtener una raza pura de perro cazador y finalmente se logró.

El padre del marqués, con la ayuda del diplomático Julio Prado Valdés, formó la primera rehala de perros. En Ciudad Real a un hombre honrado y trabajador, el perrero Pedro Castro (periquillo Valdueza), quien hizo realidad el proyecto del padre del marqués, de obtener una raza con las mejores cualidades de dos razas españolas resaltantes.

El objetivo era obtener una raza que desarrollara la resistencia y fortaleza del mastín y la agilidad del podenco. Así sería una raza autóctona de perros de caza mayor, en la que resaltara tenacidad y buen olfato para seguir y cazar las presas.

Un trabajo que requiere dedicación

Después de 1987, año en que falleció su padre, el marqués se hizo cargo de la rehala. Tal como lo hacía su padre, seleccionaba los cachorros con las mejores características fenotípicas y de comportamiento en las monterías. En general, considerando todas las cualidades de sus padres, para escoger los mejores cachorros.

Fue un arduo trabajo que hizo periquillo hasta casi cumplir 90 años y que continuó Santi el actual perrero en quien el marqués depositó su confianza para continuar con el trabajo.

Santi hace ahora los cruzamientos, maneja al semental y supervisa y asiste los partos y alimentación de los cachorros al nacer. Y así continúa el cruce genético hasta que poco a poco fueron destacándose las características que harían del perro Valdueza, una raza única. 

Para el adiestramiento, Santiago Cano se lleva a los cachorros ya adolescentes, a afinar el olfato en sembradíos de maíz, en la pretemporada de caza. A los que les resalta en el lomo un señuelo publicitario, que demarca una “M” y una “V”, un distintivo sin igual.

El precio de cada cachorro está alrededor de los 1.000 euros, sin embargo, esta primera rehala no está a la venta. La longevidad puede llegar a alcanzar los 13 años de edad y mantener todas sus cualidades de perro cazador por 7 años.

Un resultado extraordinario

Ya se alcanza un total de alrededor de 100 perros de esta nueva raza, en las instalaciones de Piedrabuena. Según afirma el marqués de Valdueza, con orgullo de ser partícipe de este logro. Esta raza tiene el poderío y aspecto del mastín, pero es más lento y pesado para la cacería.

Pero, por otra parte, la genética del podenco, compensa la lentitud, con su “…rusticidad, resistencia, viveza, agilidad, ligereza y potencia». Un ejemplar verdaderamente extraordinario, tiene todas las características de un buen perro cazador, “Late bien, levanta la caza al momento y persigue la pieza ladrando hasta los puestos”.

Además, no se queda parado ni se intimida y aguanta tres horas de cacería sin cansarse. Fue un duro trabajo de cruce y selección y hubo momentos donde no se veía que se lograra el objetivo deseado, hasta que en un viaje a París descubrió otro perro de raza de caza. Un ejemplar de gran grifón vandeano, con el que decidió realizar cruces.

Es una raza de perros valientes, con un potente ladrido, buena talla y tesón, ideales para cazar jabalíes. Al regresar a España se llevó un semental francés al que periquillo bautizó como Fransuá. Con él fue posible obtener un perro blanco con barba albina, cabeza espigada y cortas orejas. “Un verdadero espectáculo…”, según el marqués de Valdueza.