Los animales son seres vivos y merecen respeto. Y si usted en alguna ocasión firmó un contrato de adopción de perros, contrajo un compromiso legal. Todo contrato que se firme entre asociaciones protectoras de animales y la persona que adopte un perro, es un documento. Y obliga y vincula a los firmantes a cumplir con las cláusulas del mismo.

Ese documento es la garantía de bienestar del animal. Y usted está obligado a cumplirlo y lo más importante, no caduca. Debe estar consciente que no es un simple papel lo que firma para poder llevarse el cachorro.

Por tal razón, una joven,fue multada con el pago de 400 euros. Incumplió el contrato que firmó con una asociación donde acogió un cachorro, y este acabó siendo sacrificado.

La multa fue la sentencia impuesta por la titular del Juzgado de Primera Instancia 14 de Granada a principios de año. La joven, después de adoptar a Juancho, un perro cruzado American Stanfordshire, no lo pudo mantener.  Y un año después dejó que sus padres lo entregaran a un centro canino donde lo sacrificaron.

La juez determinó que el contrato de adopción de Juancho, a pesar de ser un trámite gratuito, establece obligaciones al adoptante. La joven no devolvió al cachorro a la asociación que le dono el animal y evadió las cláusulas del contrato. Estas indican “queda terminantemente prohibido que la adoptante entregue el animal a terceras personas”.

Así, otra que reza que “durante la vida del animal adoptado, el adoptante comunicará inmediatamente cualquier cambio de domicilio o datos de contacto a la asociación”.

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La adoptante relata el hecho

La joven granadina y su novio visitaron “ladridos Vagabundos”, Asociación de cuidados de perros. Deseaban comprar  un perro potencialmente peligroso, pero al final la decisión fue adoptar en lugar de comprar. La Asociación visitó el futuro hogar de Juancho y dio el visto bueno. Así acordaron la adopción y firmaron un contrato de 16 cláusulas.

La relación de la joven y su novio terminó y Juancho resultó perjudicado. Ella regresó a casa de sus padres y allí no aceptaron al perro. Decidieron devolverlo a Ladridos de Vagabundos, pero fue imposible contactarlos.

Esto llevó a los padres de la joven otro refugio, Delagos. En Internet se mostraba como residencia, no como perrera. Se debe resaltar que las  perreras son centros de las instituciones públicas, o acreditadas por ellas que cumplen un objetivo diferente al de las asociaciones de defensa de los animales.

Los perros adoptados, fieles y agradecidos

La ley vigente en la mayor parte de las autonomías, habilita estos centros para sacrificar a los animales diez días de estancia allí. Así Juancho fue sacrificado.

La joven explica que ellos estaban convencidos que Delagos era una entidad similar a Ladridos.  Pero por otro lado,  David Sánchez, abogado de la asociación granadina de abogados por el medio ambiente (AGMADA), garante del caso en nombre de Ladridos dice lo contrario. Argumenta que el responsable de la perrera informó a la Guardia Civil que advirtió a los padres de la joven el futuro de Juancho en pocos días.

La discrepancia de relatos no se ha resuelto en el juicio, por tal razón, la sentencia no la culpa de la muerte del animal, sino por incumplimiento de contrato.

David Sánchez afirma que “las asociaciones de animales serias hacen contratos cuando dan animales en adopción…ha quedado demostrado que son necesarios para asegurar el futuro del animal. No hay un formato estándar…pero al estar firmado por las dos partes, tiene plena validez y hay que cumplirlo”.

De hecho, el contrato de adopción de Juancho establecía que Ladridos podría “realizar visitas y llamadas telefónicas para conocer la nueva situación del animal adoptado”. Así descubrieron lo ocurrido con Juancho.

La sentencia de la juez explica que actualmente, los animales son considerados “cosas o bienes” para el Código Civil. También afirma que está en trámite la reforma para que pasen a ser considerados, “según la tendencia más actual, como seres sintientes”. En conformidad con el convenio europeo vigente en España desde 2018, de protección de animales de compañía.

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