Perros y Alzheimer

Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, probablemente es así. El perro es la mascota preferida por los españoles. Tan solo en el país existen casi 8 millones de perros censados.

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Y es que los perros tienen cualidades que los hacen una buena compañía. Entre ellas su apego leal y su manera de aceptar a las personas sin juzgarlas. Por eso son empleados en muchas ocasiones como ‘recursos’ terapéuticos.¿Cómo ayudan los perros –y cualquier otro animal doméstico- a las personas mayores?

La terapia con perros tiene la finalidad de mejorar la calidad de vida del paciente. Pues las mascotas pueden ser un valioso puente de comunicación entre el terapeuta y el paciente. Según Boris Levinson, un psicólogo que llevó a cabo varios estudios para conocer los beneficios de la terapia con mascotas. Estas, no sólo son una forma de terapia agradable, sino que aportan muchos beneficios físicos, psicológicos y sociales.

Una ayuda a pacientes con Alzheimer

Actualmente en España existen más de 600.000 personas que padecen esta enfermedad. La cual podría llegar a afectar para el año 2050 a 1,5 millones de personas con 40.000 nuevos casos de alzhéimer cada año, según la Sociedad Española de Neurología.

Diversos estudios y la experiencia de varias asociaciones que tratan a pacientes con este deterioro de las capacidades mentales aseguran los beneficios positivos que nuestras mascotas pueden tener sobre estos pacientes.

Los perros ayudan a quienes sufren de Alzheimer a mantener sus rutinas de alimentación, de sueño y ejercicios. Además de mejorar sus relaciones sociales e incluso de recordarles de que se tomen sus medicinas.

Al igual que los perros que sirven como apoyo a personas con ceguera o con discapacidades físicas. Estos animales pueden ser muy útiles para quienes, como resultado de esta enfermedad degenerativa han perdido la motivación y la confianza para llevar a cabo ciertas actividades e incluso la noción de cómo realizar algunas de las más básicas, como pueden ser alimentarse, hidratarse o la higiene personal.

La terapia con perros es utilizada en algunas clínicas geriátricas. Ayuda a los ancianos a no sentirse tan solos, a relacionarse y, por tanto, a disminuir el riesgo de que sufran un cuadro depresivo. Lo cual agravaría su problema de demencia.

Ventajas de tener una mascota para las personas con Alzheimer

Al tenerlo que pasear, les sirve para trabajar aspectos como la capacidad motora, la memoria o el equilibrio. El solo hecho de que la persona mayor tenga que recordar el nombre del animal, el horario que tiene para comer o sacarlo de paseo, etc. Además, ayuda a detener la pérdida de memoria que provoca esta enfermedad degenerativa.

Como es de notar existen muchas ventajas, veamos 3 que son especialmente importantes para las personas que sufren de esta enfermedad:

Estimula la actividad física:

Tener una mascota como un perro o gato contribuye a fomentar el ejercicio. Gracias a los paseos y juegos diarios que requieren estos animales. Hay que estudiar la raza de perro que encaje más con el estilo de vida y capacidades de la persona. Para que puedan convertirse en grandes compañeros. Por ejemplo, los cachorros tienen mucha más energía que perros mayores y hay razas con caracteres más tranquilos que se adaptan mejor a una vida más casera

Disminuye la sensación de soledad:

Compartir el día a día con una mascota proporciona mucha compañía. Ayudando a mitigar el síndrome del nido vacío que afecta a muchos de nuestros Adultos mayores cuando los hijos dejan el hogar. Además, en el caso de los perros. Salir con ellos a pasear es una actividad que permite socializar y relacionarse con otras personas. Consiguiendo así compañía tanto dentro como fuera de casa.

Son el mejor medicamento para la tristeza y la depresión

Está demostrado que convivir con una mascota reduce la sensación de tristeza y depresión en las personas mayores. Volver a sentirse útiles al cuidar de un animal es un gran aliciente para ellas. Ya que muchas veces se sienten apartadas y poco necesarias. Una mascota requiere atención y cuidados, pero, en este caso, un mayor que cuida un animal cuida también de sí mismo

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En resumen, el tener un animal en casa, como un perro o un gato. Ayuda a las personas con Alzheimer a mantener unas rutinas diarias. Además lo ayuda a estar más relajados y, por tanto, a dormir un poco mejor. También, les obliga a realizar cierta actividad física y a relacionarse con su entorno social. Por último, pueden sentirse más queridas, pues las mascotas suelen ser compañeras fieles.