Una fiesta donde se celebraba una primera comunión, término de muy mala manera. Esto debido a que un perro peligroso se abalanzó sobre una de las asistentes, mordiéndole y causándole graves heridas.

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La víctima de esta lamentable situación es una niña de 8 años, de padres divorciados. Se encontraba con su padre en período de visita de fin de semana y acudió a la fiesta de la Primera Comunión de un familiar de la pareja de su padre

Esta celebración se estaba realizando en una finca perteneciente a uno de los miembros de la familia de la niña, situada en la localidad de Los Palacios en Sevilla.

¿Cómo pasó?

El suceso ocurrió en un momento cuando la niña se acercó con su padre a un perro de raza pitbull -desconociendo que son peligrosos- con el propósito de acariciarlo. Ya que previamente el animal se había dejado acariciar por varias personas.

Cuando la niña comenzó a acariciar al animal, el perro atacó tirándola al suelo y le dio un mordisco que le causó lesiones graves en el ojo derecho, le partio el frenillo de las paletas y le causó hematomas por todo su cuerpo.

La pequeña tuvo que ser hospitalizada por veinticuatro horas para ser operada de urgencia por la lesión causada en el ojo en la que tuvieron que aplicarle una sonda de silicona de punto lagrimal inferior y la reconstrucción del párpado. Además también tuvieron que darle puntos en el antebrazo derecho por un mordisco.

De hecho la pequeña, según se consta en la denuncia policial, tuvo que estar acudiendo al médico durante un largo tiempo y volver a los pocos días al oftalmólogo por posibles secuelas y más daños.

Acciones legales por el caso

El incidente hizo que la familia pusiera una denuncia que recayó en primer término en un juzgado de instrucción, que archivó el caso en la vía penal. Sin embargo, la familia ha decidido acudir a la vía civil para reclamar una indemnización a la aseguradora de la póliza de la vivienda como responsable civil directa de lo ocurrido ya que la niña sufre desde entonces sufre de pánico a los perros por el trauma causado.

Según el abogado que lleva el caso y que presentará en los próximos días una denuncia para solicitar daños y perjuicios.  El asunto es grave porque el perro no llevaba bozal. Además, la correa tenía más de tres metros de longitud, lo cual daba al animal un amplio margen de maniobra para atacar.

Igualmente el abogado de la familia asegura que en la finca no había ningún cartel advirtiendo del peligro. Y persiste en que el perro le causó graves daños a la pequeña ya que durante un tiempo no le funcionaba el lagrimal y lo ocurrido pudo afectarle la visión.

En razón de esto, el jurista ha presentado una demanda de reclamación de daños y perjuicios derivados de la responsabilidad civil objetiva y extra contractual en un juzgado de Primera Instancia donde solicitará una indemnización para la pequeña de más de 6.000 euros.

Se basa en que, según estipula el Código Civil, el poseedor de un animal, o el que se sirve de él «es responsable de los perjuicios que causare, aunque se le escape o extravíe, cesando dicha responsabilidad, únicamente en el caso de que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiese sufrido».

¿Son malos por naturaleza los Pitbull?

La raza Pitbull suele estar asociada con comportamientos agresivos y en muchas ocasiones -como este caso-, con niños como víctimas. Innumerables han sido los casos de ataques de pitbull contra personas, llegando incluso a ser mortales.

Por eso en España como en muchos otros países, para tener y mantener perros de esta raza y similares se piden ciertos requisitos y obligaciones, ya que están catalogados como perros potencialmente peligrosos.

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Según una experta en el comportamiento de perros y gatos y directora de un centro de entrenamiento canino, ella explica que la agresividad de estas razas depende 50 por ciento de la genética y 50 por ciento del ambiente. Es decir, del entorno en el que crece y la crianza que recibe, mencionando que con una buena educación se pueden controlar. Pero advierte el dejar de comprar estas razas en los criaderos, a esterilizar los ejemplares y a sacarlos siempre con bozal a la calle.