Displasia de cadera en perros: 4 Características

La displasia de cadera en perros es una enfermedad dolorosa que aqueja  los fieles amigos del hombre. Es importante conocer los síntomas para detectarla a tiempo y evitarle a su mascota un sufrimiento prolongado.   Es una enfermedad muy común en perros, que ataca su sistema óseo.

Como la displasia de caderas es degenerativa, cada vez avanza más y se agrava a medida que pasa el tiempo. Si no se trata a tiempo, es probable que ocasione otras enfermedades como la osteoartritis por ejemplo o la parálisis. Inclusive es posible que por un tiempo los síntomas desaparezcan, sin embargo la displasia vuelve y continúa la degeneración de los huesos.

Conozca aquí, los aspectos más resaltantes sobre la displasia de cadera en perros. Sobre qué la produce y cuáles son sus síntomas y consecuencias en estos animales.

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Características de la displasia de cadera

1. Esta enfermedad degenerativa del sistema óseo en perros, es hereditaria pero no congénita. Lo que significa, que la displasia de caderas se transmite de padres a hijos, pero al no manifestarse desde el momento que el cachorro nace, significa que no es congénita.
2. Esta enfermedad se presenta como una deformación en la cavidad de la pelvis, que se ubica exactamente en la cabeza del fémur. Al ocurrir esto, hay un desplazamiento, no encaja el fémur perfectamente en la cadera.
3. Por ello, cuando el perro mueve las piernas, se produce una fricción que le causa dolor. Y así, va causando daño en el tendón que rodea esa cavidad. La enfermedad se puede presentar en una sola cadera o en las dos, incapacitando al animal.
4. Cuando los casos de displasia de cadera son extremos, se manifiesta después que el cachorro tiene 4 meses de edad. Pero en forma general, se presentan después de los 5 o 6 meses de nacido. Si pasa los dos años y no se le han presentado síntomas, entonces las probabilidades de que la padezca son mínimas.

Síntomas de la displasia de cadera canina

Los síntomas de displasia de cadera canina se presentan diferentes cuando son perros cachorros o adultos. Conozca cómo es posible reconocerlas, en la siguiente lista podrás analizar algunos signos bastante característico de esta condición.

Displasia en cachorros

Los síntomas se observan solo cuando a enfermedad está muy desarrollada, por lo general a partir de los 5 o 6 meses, en casos extremos es posible que se presenten a los cuatro meses.

Cuando los cachorros sufren displasia son menos activos, y no les entusiasma mucho jugar, prefieren estar sentados por largo rato. Y se quejan cuando hacen juegos bruscos. Tampoco quiere subir escaleras ni hacer mucho ejercicio. Además cuando camina, las patas traseras las coloca muy juntas y a veces llegan a cruzarse. También se observa debilidad en las patas traseras e inclusive las puede arrastrar.

Si su mascota tiene menos de 4 meses y ya observa alguno de estos síntomas, llévelo rápidamente al veterinario. El especialista le hará el test de PennHip y determinará la probabilidad de que su mascota presente la enfermedad.

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Displasia en perros adultos

Cuando un perro adulto sufre de displasia, el síntoma más evidente es la cojera, cuando caminan y también cuando corren. Algunos animales se balancean cuando caminan, de esa manera tratan de compensar la deformidad que sufre la articulación.

También, algunos perros con la enfermedad, se impulsan con las dos patas de atrás, estilo canguro,  y van dando pequeños saltos. Asimismo, los adultos al igual que ocurre en los cachorros, caminan con las patas de atrás muy juntas, no les gusta subir escaleras y pasan mucho tiempo acostados o sentados, en reposo.

Cuando hace frío, es dolor es más intenso, y los perros se quejan más. En especial al pararse después de pasar rato tumbados. Por tal razón, los perros con displasia son menos activos, y rechazan retozar con sus amos, correr o saltar, como hacen los perros que están completamente sanos.

Otros síntomas se observan en la postura. Los perros que tienen displasia se sientan colocando una pata hacia afuera, así evitan y alivian las molestias. También son propensos a resbalarse con frecuencia los que los hace parecer torpes. Pues el peso de su cuero no está bien repartido entre sus cuatro patas.

Los músculos también se afectan y presentan debilidad o distrofia. En especial en los de las dos patas traseras. También es posible que se desarrollen más los músculos en la zona de hombros donde apoyan casi todo el peso del cuerpo.

Para aliviar el dolor, protéjalo bien del frío y la humedad, estos dos factores se lo intensifican. Colóquele una manta, así estará seco y caliente. Eso le mejorará sus dolencias. También es aconsejable comprarle un colchón terapéutico, donde duerma sin molestias. Estos como son rígidos, le ayudan a encontrar una mejor postura que alivie la tensión en sus articulaciones.

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¿Cómo prevenir la displasia en perros?

A pesar de que el perro no haya presentado síntomas de presentar displasia de cadera, debe estar atento y evitar realizar algunas prácticas para evitar que aparezca.

No castrarlos antes de la pubertad

De acuerdo a estudios realizados recientemente, la edad de castración es un factor que está relacionado con el desarrollo de la displasia. Por lo que se recomienda no hacerlo en cachorros. En este sentido, se tiene que la incidencia de esta enfermedad aumentó  en cachorros de labrador y Golden en un 75%, cuando fueron castrados antes de los 6 meses de edad.

El peso y la dieta del perro

Es importante vigilar la dieta de su perro. Los animales que padecen sobrepeso tienen un mayor riesgo de sufrir displasia de cadera, que aquellos que mantienen un peso de acuerdo a su edad y tamaño. Asegúrese de que la dieta que le proporciona a su perro es balanceada y rica en calcio. Proporciónele las cantidades adecuadas de acuerdo a lo recomendado por el veterinario.

Tenga cuidado con el ejercicio

La displasia de cadera también puede resultar de un mal movimiento cuando su perro hace ejercicio o está jugando. No dejes que haga ejercicios de mucha intensidad ni bruscos. Ni que se haga daño al saltar. La hidroterapia para perros por ejemplo, es un excelente ejercicio para reforzar la musculatura de las patas traseras. Así se fortalecerán sus articulaciones.

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